Locutores, las mejores voces del cine en España

Voces de cine en España

En España tenemos grandes voces de cine, publicidad, televisión o radio. Muy diferentes entre ellas: agudas, redondas, graves, profundas, con marca, más conocidas o menos, pero si todas ellas tienen un denominador común es la emoción que transmiten, la interpretación perfecta para cada trabajo, ya sea encarnando un personaje de cine o en un anuncio para radio o televisión.

Porque la voz sin emoción y sentimientos se queda hueca, vacía. Es como un cuerpo sin alma. Y nuestros profesionales de la voz en España, conjugan perfectamente esta tarea y la llevan a cabo con maestría.

En cine son personajes de todo tipo, y se pegan a ellos, como un camaleón adaptándose al medio, pero también en la publicidad las dotes interpretativas son importantes, y esa capacidad adaptativa es imprescindible para poder llevar a cabo lo que el creativo tiene en su cabeza.

Y tenemos enormes maestros. Algunos gigantes del doblaje que ya se han ido y que nos han dejado impresa su huella en las cientos o miles de películas en las que han intervenido, mediante un uso maestro de la voz y la emoción.

Nombrarlos a todos sería un imposible por lo que os menciono los que a mí, por diferentes razones me llaman la atención, me tocan y me ponen la piel de gallina cuando los escucho. Me provocan absoluta admiración y respeto. Son maestros de los que intentar aprender.

Cuando Clint Eastwood, Terminator y Darth Vader son la misma persona

Constantino Romero, con su inconfundible voz, dio vida a algunas de las más míticas frases del cine. Fue, por ejemplo, “Bond, James Bond”, en la etapa en la que al agente británico lo interpretaba Roger Moore, pero también le dijo a Luke Skywalker que él era su padre: el mismísimo Darth Vader. Por su boca salieron las frases con las que Clint Eastwood enamoraba a Meryl Streep en Los puentes de Madison, pero también era el duro Terminator diciendo “Volveré”. Sin duda alguna, uno de los más grandes actores españoles de doblaje, pero no el único.

Pepe Mediavilla es otro actor al que admiro por su gran voz: profunda, personal y por completo envolvente. Ha sido la voz habitual de Morgan Freeman y es increíble la simbiosis que existía entre Pepe y Morgan en cada película. Si tengo que elegir alguna de sus interpretaciones os diré que me sobrecoge especialmente la que realiza en Cadena perpetua.

Otro gran referente, también desaparecido, es Rogelio Hernández que dobló, entre otros, a Paul Newman o Jack Nicholson. Intervino en más de mil películas y estuvo casado con una de las grandes actrices de doblaje del panorama español, Rosa Guiñón, la voz habitual de Meryl Streep, retirada ya del mundo del doblaje, siempre fantástica en cada interpretación.

Mis actrices de doblaje preferidas

Y es que entre las actrices de doblaje también tengo grandes referentes. Me encanta Nuria Mediavilla, hija de Pepe, que se inicia en la profesión siendo una niña. Ya no concibo a Kate Winslet sin la voz de Nuria. Dulce, sensual y al mismo tiempo dramática, con una interpretación tan cuidada que es una de las grandes e insustituibles.

También la inconfundible voz de Mercedes Montalá que, entre otras, dobla a Julia Roberts y que cuenta con una larga experiencia a sus espaldas tanto en doblaje como en publicidad. Es, además, la voz habitual de Emma Thompson, Sharon Stone, Michelle Pfeiffer, Catherine Zeta-Jones, Annette Bening, etc. Tiene una voz media, con un timbre deliciosamente personal y clava la interpretación de cada personaje que lleva a cabo.

Pero hay tantos actores y actrices de doblaje, tan grandes, que no mencionarlos casi sería un delito: Claudio Rodriguez, Felipe Peña, Rafael Luis Calvo, José Luis Gil, Jordi Brau, Manolo García, Luis Posada, Ramón Langa, Jordi Boixaderas, Alba Solá, Nuria Trifol, Marta Angelat, Rosa Maria Hernandez, Marta Tamarit, Ana Isabel Rodriguez, Luis Posada y otros muchos que me dejo en el tintero….

¿Y en publicidad? Algunas de mis voces favoritas

En el campo de la publicidad, aunque hay más libertad y todo es mucho más creativo, inevitablemente debes conseguir lo que el director creativo necesita oír. Y ahí es donde empieza el juego, la magia de la locución.

Algunos de los actores mencionados también ponen voz en campañas publicitarias de grandes marcas tanto para radio como para televisión.

Entre los hombres, destacaría a Juan Ochoa, por su poderío de voz, con una voz enorme, grave, muy graves, que llena y vende. Sin duda alguna, un gran actor de doblaje y un enorme locutor de publicidad. Amo su voz y cómo transmite con ella. Pero también debo mencionar a Mario Pérez, que llena cualquier publicidad e imprime marca personal o Paco Casas, que interpreta los textos publicitarios con absoluta maestría. Todos ellos se adaptan al creativo y disfrutan y eso es algo que se nota en cada uno de sus trabajos.

Eva Raya y Melania Marcos son dos grandes voces publicitarias. Ambas en castellano y catalán, con timbres y tonos muy diferentes, pero las dos con mucha marca personal. Eva, con su voz suave y dulce, clava cualquier publicidad que se proponga. ¿Y qué decir de Melania? Lo tiene todo: se atreve con los tonos graves, los agudos, los infantiles, etc. Interpreta cada publicidad dándole un toque personal inconfundible.

Pero no puedo terminar sin mencionar a Richard del Olmo que, además de gran actor de doblaje y locutor publicitario, fue la voz corporativa de Telemadrid. Su voz grave y sensual te envuelve y al escucharle te transportarte con delicadeza y suavidad a otros lugares. Tiene magia en la voz y su interpretación es tan suya, tan personal, tan de Richard, que para mí es uno de los imprescindibles.

Juan Luis Ferrer, Enrique Marrón, Esteban Massana, Fernando Acaso, Marisol Navajo, Juanma Ortega son otros muchos locutores y actores infatigables, compañeros en definitiva, que cuentan historias con alma. Más o menos conocidos, con su voz y corazón nos acompañan en el día, en la noche y en las madrugadas, con palabras cargadas de emoción susurrándonos al oído fantásticas historias. Con algunos he compartido atril y con el resto sigue siendo un sueño por cumplir. Hasta que ese momento llegue no quiero dejar de daros las gracias por vuestro amor hacia el juego de la voz, por vuestra maestría y buen hacer generoso del que aprendo cada día.